"CUENTOS X MINUTO"

ESPECTÁCULO INTERACTIVO PARA TODA LA FAMILIA

CUENTOS X MINUTO

SINOPSIS

Imaginemos que caminamos por la calle con el ritmo frenético de nuestras actividades diarias. Queremos divertirnos o relajarnos pero no encontramos la manera. Entonces, entramos en una plaza, y de repente… nos encontramos en un universo perfecto donde todo tiene su tiempo y su lugar.
No sabemos si estamos en un parque de juegos, en un ajedrez de la imaginación, o en un reloj del relax. Nos tomamos 60 minutos y deambulamos entre muñecos que nos cuentan un cuento por minuto. Unos cuentos cortitos, cargados de poesía, que nos disparan la imaginación, nos hacen reír, pensar, reflexionar, pero sobre todo, nos hacen soñar.

Cuentos surreales, reales, fantasiosos, juguetones, locos… Con la dinámica de un juego de ajedrez, nos movemos al compás del Tic Tac del reloj. Una muñeca toca el piano para mecernos más, y también nos canta canciones de un minuto. Y, además, ¡podemos participar! Podemos decidir el cuento que se va a contar, pero librado a la magia del azar. Ninguna representación es igual. Pero hay más: ningún espectador ve la misma obra a la vez ni la misma obra cada vez.

Podemos decidir el cuento que se va a contar, el azar decidirá.

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UN PASEO SUGERENTE POR UNA GALERÍA DE JUGUETES VIVIENTES

Inspirado en el blanco y negro, en la estética del cómic, en el ajedrez, en las matemáticas, en la geometría, en el happening y en la poesía surrealista, Cuentos X Minuto es una invitación a participar de un modo activo en el espectáculo vivo y a adentrarse en el universo de la imaginación sensorial.

60 CUENTOS Y CANCIONES EN 60 MINUTOS

La dinámica del juego:

Varios personajes diferentes. Muñecos de juguete en blanco y negro que interpretan cuentos al sonar la señal, y una muñeca musical que interpreta la música y las canciones en directo.

Todos salen del reloj y toman su posición. Cada uno lleva consigo 9 cuentos en 9 cartas. Baraja y un espectador elige una carta. Ese cuento contará. El azar decide si cuenta el mismo cuento una y otra vez, o si algún cuento queda sin contar. Todos tienen diferentes formas de contar, el espectador querrá oír a todos e irá de un sitio a otro en busca de nuevas historias.

54 cuentos y 6 canciones componen estos 60 minutos perfectos. La música clásica tocada al piano en directo completan esta sesión especial. Los actores interpretan todos al mismo tiempo lo que crea una atmósfera sonora única. El público querrá escuchar todas las historias, esto le hará ir de un espacio a otro queriendo atrapar el tiempo. Se sentirá sumergido en un juego singular gobernado por el azar y por el "tic-tac". Al final se dedicará solo a disfrutar, esperando otra función para tener la oportunidad de conocer la magia encerrada en cada una de estas historias.

UN JUEGO SINGULAR EN EL QUE TODOS QUIEREN PARTICIPAR

Seis espacios diferentes, los personajes cobran vida para contar un cuento.

El público se distribuye y elige una carta, el azar decide qué cuento vas a escuchar.

Un cuento de cada uno de nuestros muñecos de juguete

Una muñeca de madera con muelles

La zapatería de Don Guzmán vendía zapatos de todos los tamaños pero todos del mismo color. Todos eran color zapato. En la acera de enfrente, la zapatería de Doña Filomena vendía zapatos de todos los colores pero sólo de la talla 36. En la esquina estaba Don Simón en cuya zapatería sólo se exponían zapatos de tacón. Sin embargo, en la ochava opuesta Doña Cristina vendía nada más que suecos, noruegos y fineses. Una mañana de otoño en la que el sol cromatizaba de modo singular las hojas desprendidas del algarrobo, pasó por allí un zapatero ambulante que vendía zapatos de infinidad de colores, tamaños y naciones. El pueblo se arremolinó a su alrededor. Jamás habían visto semejante exhibición. Todos querían comprar pero nadie se decidía por cual. Acabada la mañana el zapatero ambulante se marchó con resignación, no había vendido ni un solo par. ¡Vaya pueblo!, pensó, jamás había visto tanta indecisión. Por supuesto, nunca más volvió. Todo el pueblo respiró. Para qué tanta variedad, si estaban mucho mejor sin tener que pensar.

Un muñeco de cuerda articulado

Mei Chiquita vivía en una islita pequeñita. Era muy bonita su islita. Tenía una montañita, una lagunita, un río chiquitito y un infinito mar a su alrededor. Tenía una casita que en las noches de calor podía quitarle el techo y dormirse contando estrellitas. Su casita estaba llena de libritos y cuadritos. También tenía tres perritos que la despertaban por la mañana con besitos y “guau-guaus”. No necesitaba nada más Mei Chiquita para colmar su felicidad. Una cabrita le daba la leche por las mañanas y su huerto estaba siempre lleno de verduras frescas. Un día divisó en alta mar una barquita que naufragando encalló en su islita. En ella iba Leíto que se había perdido buscando un río que, decían, se reía. Mei Chiquita lo invitó a quedarse. Pero Leíto no quería molestar. Aquella islita era tan estrechita. Pero ella le hizo un lugar y un pan de trigo con miel. Y allí viven, en aquella islita. Nadie sabe si esta historia es real o es sólo fantasía. Pero todos la creemos porque es tan bonita.

Una bailarina de ceramica a cuerda

Era un minuto que tenía sesenta segundos. El problema es que nadie quería ser el primero, y mucho menos, el tercero. El minuto estaba quieto, detenido en el tiempo. No podía empezar ni podía continuar. Los segundos eran muy rebeldes, y nada, nada organizados. Se peleaban todos por se el segundo. El minuto quiso poner orden pero no podía dominar su interior. No tenía control sobre sí. Eso lo desesperaba. Tenía que hacer algo para salir de ese atascamiento que no le permitía avanzar. Se dio cuenta de que los segundos no sabían inglés y los renombró, los llamó “seconds”. Entonces, los segundos se alinearon según su disposición natural y el minuto pudo, por fin, llegar a su fin.

Un muñeco de palo con tornillos

Había una vez, un ajedrez. Lo creó un rey. Y en ese ajedrez, ese rey era el rey. No se movía mucho de su trono. Una casilla a lo sumo, no más. Se parapetaba en su torre y mandaba a sus súbditos a matar o morir. Ganaba en ese ajedrez quien matara o dominara a todos los demás. Pero otra vez apareció un infiel. A quien no le gustaba matar ni morir. Pero le gustaba jugar. Así que creó un nuevo ajedrez donde no se podía perder ni ganar, y mucho menos matar. Era un ajedrez de la paz. Las piezas no eran negras o blancas, sino de color dispar. En ese ajedrez había que plantar, las flores crecían y los vientos las mecían. También se debía procrear. Los niños llenaban el tablero y reían sin parar. Y cuando se acaba de jugar, había que volver a jugar.

Una muñeca de trapo muy alegre

El ratón Ramón no era ningún ladrón, comía el queso que dejaban en el salón. Un día la familia de la casa sólo dejó jamón. Entonces, el ratón Ramón se quejó. Esa noche dejó una nota en un sillón reclamando su ración. La familia enseguida comprendió que el ratón Ramón no era ningún ladrón. Reclamaba su alimentación con la mayor educación. Orgullosa estaba la familia de tener en casa un ratón de tan buena condición. A todos le contaban que en su casa tenían al mejor ratón. Variada fue la dieta del ratón Ramón. Cada noche le dejaban una selección de los mejores quesos de la región que Ramón comía con pasión.El ratón Ramón no era ningún ladrón, era el mejor ratón de toda la nación.

Un payaso de juguete con pilas y engranajes

La araña Melania era un poco huraña, vivía sola en una cabaña de la nublada Gran Bretaña. Tejiendo telas, hacía una maraña. Pero se daba bastante maña cortando cañas. Así que se fue a pescar a un río de montaña, con tan mala suerte que pescó una piraña que le comió la caña. La Araña Melania dejó de ser huraña y buscó a otras arañas que le enseñaron a tejer telas de araña. Tejió tanto la araña Melania junto a las otras arañas que tejió una tela que unió Bretaña y Alemania.

Una muñeca musical dueña del tiempo

Es importante jugar hasta el final y volver a jugar sin nunca acabar. Es importante no tomarse en serio y a las cosas serias pintarle un “smile”. Es importante caminar descalzo meterse en los charcos y en barro nadar. Es importante decir tonterías reírse enseguida y amar la verdad. Es importante comer mandarinas sentado en la esquina viendo el sol pasar. Es importante parar los relojes perderse en un coche a cualquier lugar. Es importante equivocarse tratar de arreglarlo y volver a fallar. Es importante reír todo el día hacerse cosquillas y amar la amistad. Es importante saber que en la vida no hay nada importante más que la felicidad.

Un técnico de verdad y no de juguete

No tiene cuento, es calladito y lo controla todo.

Un espacio para la tranquilidad, la ensoñación y el disfrute de la cultura en los espacios públicos…

Cuentos por minuto. Cuentos al azar. Teatro de calle – Narración oral – Juego interactivo

FICHA TÉCNICA

  • Género: teatro de calle, narración oral, juego interactivo.
  • Edad recomendada: todos los públicos.
  • Duración: 60 minutos.
  • Espacio: Exterior o interior, plazas, calles, museos, bibliotecas, colegios, etc.
  • Sonido e imagen: Equipo para reproductor de música, 1 micrófono y entrada para teclado o guitarra.
  • 1 Técnico para montaje y llevar la obra
  • Nº de personas: 8
  • Procedencia: Islas Canarias, España y/o Rosario, Argentina

FICHA ARTÍSTICA

  • Título: Cuentos X Minuto
  • Actúan: Andrea Martin, Leandro Ojeda, Marta Barreiro, Pedro Pérez, Ángeles Electra, Cristo Quintana, Ainhoa Ramon
  • Cuentos, canciones y dirección: Leandro Ojeda
  • Diseño y construicción escenografía y vestuario: María Mayoral
  • Estreno: 2011, Las Palmas de Gran Canaria
  • Patrocina: Gobierno de Canarias, Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria

VÍDEO LA CALLE DE LOS SUEÑOS

GALERÍA

54 cuentos y 6 canciones componen estos 60 minutos perfectos.

Podemos decidir el cuento que se va a contar, el azar decidirá.