“LAS SILLAS” EL TEATRO EN SU MÁS PURA ESENCIA
SINOPSIS
“Las Sillas” de Eugène Ionesco
Considerada la obra maestra del dramaturgo y escritor francés de origen rumano Eugène Ionesco, máximo exponente del teatro del absurdo, Las Sillas fue escrita en 1952, cuando el autor tenía 43 años. La obra, que logra mantener un perfecto ensamblaje entre los elementos cómicos y los de cariz trágico, pone en escena a dos ancianos que encarnan el esfuerzo del hombre por comunicarse con el otro, cuando en realidad no hace sino hablar consigo mismo.
“Las Sillas” de Orgón
En nuestra versión hemos llevado al límite elementos que se encontraban latentes en la original y convirtiéndola en un espacio de tragedia y fiesta donde los actores llegan a indiferenciarse del público hasta conseguir un engranaje donde todos se encuentran implicados en una extraña fiesta conjunta. Cambiando la propuesta inicial a la italiana por un espacio circular, duplicando los protagonistas y haciendo que aquellas sillas vacías que llenaban el escenario fueran reemplazadas por los propios espectadores hasta desarmar por completo el espacio circular inicial por otro sin forma que ocupa todo el espacio, conseguimos aquello que forma parte de nuestra concepción del teatro: “un lugar en el que ocurre algo”, algo de verdad que nos hace sentir, estar, sorprendernos, reír y llegar hasta un cierto desconcierto al que el público se entrega totalmente.
“Para que exista teatro solo es necesario un actor”.
– Leandro Ojeda López
UN LUGAR COMO ESPACIO ENCUENTRO Y CELEBRACIÓN
Esta versión de “Las Sillas” supone la plasmación de un planteamiento teórico acerca del teatro. El teatro como un lugar en el que ocurre algo, así de simple y así de completo. Un planteamiento del espacio, del trabajo actoral, de los roles escénicos y de espectadores, del lenguaje, el sonido y las energías interactuantes. Un tratamiento desde un cosmos que se caotiza para convertirse en el cosmos actual.
En “Las Sillas” está plasmado de modo práctico gran parte de mis postulados desarrollados en mis tesis “Hacia el fin del teatro y el arte” y “El artista transpersonal en un teatro holístico”.
Creo en lo fácil. La vida es, las cosas son; no son difíciles, nada difícil puede ser real. Yo estoy aquí y lo único que puede resultarme difícil será que me haya ido de mí y tenga miedo a volver. Estamos dormidos en un sueño ondulante entre pesadillas y dichas extremas; despertar es lo único que hay que hacer. En la luz, las pesadillas no existen, los ogros se han diluido, y los oasis de la dicha extrema se expanden en forma de paz y equilibrio. Por eso, estoy convencido de que existe la posibilidad de encontrar un método, un método de creación artística y un método de creación actoral. Pero ha de ser un método fácil.
Teatro Orgón (actual Andenes de Agua), una compañía con mucha notoriedad en la escena grancanaria durante los años noventa, que ha vuelto constituida en laboratorio de interpretación siempre de la mano del incombustible Leandro Ojeda. ¡Lo celebramos! Un trabajo que nace desde el amor más profundo al teatro. Un proceso de experimentación con notables resultados en escena, tal como pudimos comprobar en la última de las funciones programadas en la SIT. ¡Lo celebramos!
– Sergio Sánchez Rivero – Canarias Ahora
CÍRTICAS
“LABORATORIO DE EMOCIONES”
SERGIO SÁNCHEZ RIVERO – CANARIAS AHORA
Bajo la producción de Espectáculos del Plata, el montaje que dirige Leandro Ojeda ha estado en cartel en la Sala Insular de Teatro.
Teatro Orgón regresa a la escena grancanaria con su versión de Las Sillas, de Eugène Ionesco. Bajo la producción de Espectáculos del Plata, el montaje que dirige Leandro Ojeda ha estado en cartel en la Sala Insular de Teatro.
Cuántos motivos para celebrar. Resulta que en tiempos de crisis, cuando muchas instituciones se escudan en las supuestas prioridades que nunca se cumplen para recortar en Cultura, va el Cabildo de Gran Canaria y saca pecho a través de su Fundación Canaria de las Artes Escénicas y de la Música propiciando una programación estable y de calidad tanto en el Teatro Cuyás como en la Sala Insular de Teatro. ¡Lo celebramos!
En ese último espacio, las compañías canarias han encontrado un aliciente especial en el proyecto de residencia, que les permite contar con el escenario de la calle Primero de Mayo para crear, ensayar y representar un espectáculo. La primera en beneficiarse de esta iniciativa ha sido Teatro Orgón, una compañía con mucha notoriedad en la escena grancanaria durante los años noventa, que ha vuelto constituida en laboratorio de interpretación siempre de la mano del incombustible Leandro Ojeda. ¡Lo celebramos!
Gracias a ese empuje institucional, una compañía independiente como esta ha podido presentar en público un trabajo que nace desde el amor más profundo al teatro. Prueba de ello es la elección de una obra ajena a los cánones comerciales. Las sillas, del autor rumano-francés Eugène Ionesco, uno de los máximos exponentes del teatro del absurdo, ha sido la obra elegida para atraer a un público con exigencias en lo escénico. ¡Lo celebramos!
El argentino-canario Leandro Ojeda ha hecho su particular lectura de la obra, respetando siempre los planteamientos de Ionèsco, y lo ha hecho dando una vuelta de tuerca a lo ya presentado en 1994 por Teatro Orgón. En esta ocasión, bajo el amparo de Espectáculos del Plata y el apoyo del Cabildo grancanario, Ojeda ha podido desarrollar un proceso de experimentación con notables resultados en escena, tal como pudimos comprobar en la última de las funciones programadas en la SIT. ¡Lo celebramos!
Llegamos a la sala y fuimos recibidos por el propio Ojeda, que junto a algunos de los actores hacían las funciones de acomodadores. Como buenos anfitriones, iban agasajando a los invitados a la fiesta concebida por Ionèsco, disponiendo a cada uno de los espectadores en las sillas, piezas
fundamentales de un montaje abierto a la interpretación de cada mente y cada conciencia. Acomodados todos los asistentes, recibimos la bienvenida del director, convertido en maestro de ceremonias, quien nos invitó a cerrar los ojos y a relajarnos para liberarnos de todo condicionante externo. Fue entonces cuando comenzó la obra y asistimos a ese ritual unas veces cómico, otras dramático; unas veces tierno, otras grotesco, con el que el genial autor nos golpea nuestro interior para rebuscar emociones encontradas. ¡Lo celebramos!
Fuimos testigos entonces de los excelentes resultados que el proceso de experimentación de Teatro Orgón ha cosechado en el terreno interpretativo. Merecen una mención especial José Luis Rubio y Cata Blánquez, que en los roles de la pareja de viejos llevan el mayor peso de la representación. Ambos nos llevan por ese camino de las emociones para hacernos reír, enternecer, repudiar, de acuerdo al discurso absurdo pero endiabladamente bien concebido por Ionèsco. ¡Lo celebramos!
Junto a Rubio y Blánquez contamos con las logradas interpretaciones de Ángeles Padilla, María Andrés Martí, Sergio Placeres y el propio Leandro Ojeda. Todos colaboran en ese juego enrevesado que el autor concibió en tiempos de la crisis vinculada a la posguerra, pero que ahora en esta crisis actual recibimos como oportuno recordatorio de la necesidad de comunicación entre los hombres. Sea bienvenida esta obra si nos anima a levantarnos de la silla y a tomar conciencia de que somos seres libres con potestad para articular nuestro futuro por encima del Orador incapaz para transmitir nuestro mensaje o del Emperador que no ve otro objetivo que el de alinearnos. Celebremos pues esta producción porque nos hace valorar la esencia del teatro y su fuerza como activo social. ¡Lo celebramos!
Sergio Sánchez Rivero – Canarias Ahora – 19 de marzo de 2013
“QUIEN SE FUE A SEVILLA”
FABIO GARCÍA – LA PROVINCIA DIARIO DE LAS PALMAS
Las sillas, obra maestra de Eugéne lonesco, siempre ha sido representada en un escenario en el que figuran una pareja de ancianos sumidos en la soledad y rodeados de un gran número de sillas vacías. En esta versión de Leandro Ojeda, que además interpreta al emperador; los espectadores son parte de la representación ya que en vez de butacas han de acomodarse en el mobiliario que dan nombre a la obra.
El público tiene que levantarse, arrodillarse, aplaudir, etc., bajo las órdenes de los actores. José Luis Rubio y Cata Blánquez interpretan adecuadamente a dos ancianos sumidos en un mundo de recuerdos y mentiras y luego aparece Sergio Placeres, el orador que dará el tan esperado discurso, moviéndose espasmódicamente entre los espectadores, llevando la obra a un final tan impactante como irracional.
Cuando se ha llegado a tal punto en que el teatro no impresiona y de que quienes asisten a una representación sólo esperan ver una obra que les entretenga por un momento, esta propuesta supone una ola de originalidad en medio de un mar de convencionalismos. Teatro del absurdo para una vida absurda.
Fabio García – La Provincia Diario de Las Palmas – 13 de marzo de 2013
FICHA TÉCNICA
- Género: Teatro del absurdo experimental
- Edad recomendada: jóvenes y adultos
- Aforo máximo: 100
- Duración: 63 minutos
- Espacio: Superficie diáfana a ras de suelo con 100 sillas sueltas en disposición circular
- Iluminación: Adaptable
- Técnico para montaje de luces y de apoyo de control técnico durante la representación.
- Nº de personas: 6
- Procedencia: Islas Canarias, España
FICHA ARTÍSTICA
- Título: Las Sillas
- Autor versión original: Eugène Ionesco
- Autor versión orgón: Leandro Ojeda López
- Actúan (en versión original): José Luis Rubio, Cata Blánquez, Ángeles Padilla, Sergio Placeres, Maria Andres, Leandro Ojeda.
- Dirección: Leandro Ojeda
- Realizado en Residencias SIT, Cabildo de Gran Canaria
- Estreno: marzo 2013, SIT, Sala Insular de Teatro de Las Palmas de Gran Canaria
“LAS SILLAS” VÍDEO RESUMEN
“LAS SILLAS” VÍDEO COMPLETO
Cuando se ha llegado a tal punto en que el teatro no impresiona y de que quienes asisten a una representación sólo esperan ver una obra que les entretenga por un momento, esta propuesta supone una ola de originalidad en medio de un mar de convencionalismos.
– Fabio García – La Provincia Diario de Las Palmas
GALERÍA
El actor es el atleta del alma.
Si soy poeta o actor no es para escribir o declamar poesías, sino para vivirlas.
– Antonin Artaud